El dicho popular ¡qué chiripa! se dice cuando tenemos suerte y no la esperábamos. Para esclarecer este dicho veamos los siguientes ejemplos:
- Cuando damos una respuesta que no sabíamos si era correcta y de pura casualidad sí lo era… ¡qué chiripa!.
- Cuando te dan la nota de un curso que creías perdido y lo apruebas con la nota mínima… ¡qué chiripa! pasé raspando.
- Cuando vas tarde para el trabajo pero al final entras a la hora exacta… ¡qué chiripa! marqué a las en punto.